Son decoraciones amigables con el planeta, a continuación te presentamos unos ejemplos.
1. Mini huertos aromáticos, en bolsas.
Perejil, albahaca, romero, fresas... ¡Los puedes cultivar en pequeños sacos de yute en tu cocina! Sí, sí, en un espacio mínimo y en vertical.
Son huertos urbanos de tamaño mini. Un soporte dispone de varios compartimentos y se cuelga de la pared, cerca de una ventana, para que las plantas reciban la luz necesaria. Las bolsas de fibra de yute son totalmente transpirables y permiten que tus hortalizas estén bien aireadas y con el suficiente drenaje. Al aspecto práctico se une que, además, resultan muy decorativas, pudiéndose reutilizar para sembrar cultivos diferentes cuando sea la fecha apropiada.También tienes otro tipo de jardines verticales para instalar en las paredes mediante módulos autoportantes y autodrenantes de polipropileno de gran resistencia a la intemperie. Las piezas se acoplan entre sí para crear tu espacio en función de la superficie disponible o ampliar con el tiempo.
2. Perchero rústico.
Una rama puede convertirse en un original sistema para colgar ropa. Apunta. Limpia bien los nudos que pueda tener y suavízalos con lija. Dispón hembrillas roscadas a distancias regulares, para colgar de ellas las perchas. Puedes introducirlas atornillando, o si prefieres, haz el agujero con taladro.
3. Muebles con toque campero.
Tienes un montón de recursos a tu alcance para dar un aire provenzal a tu casa. Si dispones de un mueble antiguo, haz un falso envejecido con pintura a la tiza. Puedes aplicarla sobre el acabado original. Un verde turquesa queda de lujo. Antes de que se seque del todo, pasa una lija fina por los cantos y bordes. Completa la decoración con papel pintado botánico y plantas verdes.
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